En el artículo anterior, ya hablamos de algunas de las series más soporíferas de la televisión, pero siempre desde la perspectiva del rating de audiencia; es decir, aquellas que hayan sido canceladas debido a su calidad dudosa o por otros elementos como la franja horaria en la que está situada, los actores no conectan con el público, la producción es paupérrima o simplemente ha pasado desapercibida, sin más.
Lo peor: Todo en general. Perdón, ahora en serio, el intento se subirse al carro de la moda «vampírica» con un producto que roza el ridículo, un ritmo narrativo que haría palidecer al mismísimo Drácula, todo se ve forzado, es como si la hubiesen rodado con el botón FF pulsado.
Lo mejor: Que gracias a los dioses sólo constaba de 2 capítulos.
Saltamos el charco para hablar de una serie que sólo se prolongó en el tiempo durante 1 temporada, Trust me. Un producto del canal por cable TNT americano que refleja la vida dos amigos que además comparten empresa de publicidad, ya que son dos ejecutivos creativos interpretados por Eric McCormack y Tom Cavanagh. Pero la popularidad de sus actores principales, gracias a «Will y Grace» y «ER», respectivamente; no ofreció el resultado esperado y tanto la crítica como el público les dio la espalda.
Lo peor: No supo venderse, la trama era floja, tanto que ni el público que heredaba de «The Closer» (su predecesora en la franja horaria) mantenía sintonizado el canal para verla.
Lo mejor: Ver a Eric McCormack, aka Will Truman, de nuevo en la pequeña pantalla.
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