Si eres un fan de series como Allí Abajo o Malaka, ¡no puedes perderte la entrevista a Noemí Ruiz! La actriz nos cuenta cómo ha sido su trayectoria profesional, cómo dio el salto al mundo del espectáculo y, por supuesto, cómo está viviendo la suspensión temporal del Festival de Málaga, del que ella es presentadora. Todo esto y mucho más… ¡Aquí abajo!
No lo tenía nada claro, es más, ni siquiera pensaba que ser actriz pudiera ser una opción para mí. Yo de niña me encerraba en mi habitación y me encantaba inventarme situaciones y personajes e interpretarlos. Yo me lo guisaba sola y me lo comía. A veces cuando veía una serie que me gustaba o una peli, transcribía los diálogos, me los estudiaba y los interpretaba. Tengo dos cajas llenas de esos guiones. Pero aún así no era consciente de que quisiera ser actriz. ¡Yo quería ser médica! Pero la interpretación cada vez ganaba más terreno en mí. Cuando terminé el colegio donde estaba apuntada al taller de teatro, me apunté a una escuela de teatro. Allí estuve dos años y llegó la selectividad y con ello la difícil decisión de qué querer ser en tu vida. Mi cabeza decía MÉDICA y mi corazón ACTRIZ, pero me daba tanto miedo tomar esa decisión por lo que otros pudieran pensar, por no defraudar a mis padres, por la locura que suponía que una chica como yo, de barrio, humilde, sin contactos ni padrinos, fuera actriz. Así que, en lugar de decidir, ¡hice las dos cosas! Empecé enfermería y arte dramático a la vez, una carrera la hacía por las mañanas y otra por las tardes. Cuando empezó a caérseme el pelo del estrés que tenía, decidí que algo tenía que dejar y para sorpresa de mis padres, ¡DEJÉ ENFERMERÍA! 3 meses estuvieron sin hablarme. Pero ¿sabéis qué? Que mereció la pena.
Cuando paso por un hospital de verdad me doy cuenta de que mi sueño tenía que ver más con curar almas que con salvar vidas.
Allí Abajo ha sido una de las cosas más bonitas que me han pasado en la vida. Lo recuerdo como 4 años maravillosos, en Sevilla, ciudad a la que amo, rodeada de compañeros que se convirtieron en familia y aprendiendo de cada uno de ellos. Allí Abajo me ha visto crecer en el mundo audiovisual. Les debo mucho.
Pienso que la realidad supera siempre la ficción, aunque evidentemente Allí Abajo es alta comedia y, por tanto, todo se lleva a un extremo y se intenta exagerar para conseguir la comicidad. Pero lo que reside en el fondo sí creo que tiene su parte de verdad. Este tipo de comedias por contraste siempre han funcionado y seguirán funcionando, creo yo. Me parece un espejo maravilloso donde mirarse y donde aprender a reírse de nuestros defectos y virtudes. Es importante no tomarse demasiado en serio y reírse más. Últimamente el humor pasa por horas bajas y eso me preocupa. Siempre y cuando se haga con corazón y de buena fe es importante no perder el sentido del humor. Los protagonistas de Allí Abajo éramos andaluces y vascos de pura cepa, os puedo asegurar que todas nuestras bromas estaban hechas desde el cariño más absoluto.
Malaka ha sido otro regalo de la vida. Mucho más breve que Allí Abajo, pero igual de intenso y bonito. Malaka para mí ha sido el reencuentro en las pantallas con Salva Reina, volver a trabajar a las órdenes de Javier Olivares, con el cual ya tuve la suerte de trabajar en el Ministerio del Tiempo, volver a ser dirigida por Chiqui Carabante, con el que estrené una obra de teatro hace un año. Ha sido conocer a un equipo maravilloso y ponerle piel y carne a una historia deliciosamente escrita. Me ha encantado poder estar ahíy poner mi granito de arena.
Más que sencillo fue gustoso. Soy actriz y me encanta ponerme en la piel de personajes muy distintos. Llevo muchos años dedicándome a esto y aunque la gente me conozca por Trini, cada fin de semana prácticamente me subo a los escenarios a dar vida a otros muchos personajes.
Con todas. Cada una de ellas me ha enseñado algo y me ha ayudado a crecer. Hasta el papel más pequeño contribuye a que seas más grande.
El que venga. Acepto lo que la vida me da.
No soy demasiado mitómana. Me encantan las buenas interpretaciones y me fijo mucho en eso. Hay gente que no es demasiado conocida y me sorprende muchísimo, cada vez me pasa más. Acabo de terminar de ver HIERRO y me ha flipado Candela Peña, ella para mí es un referente, cuando la veo pienso “quiero hacer eso”. Pero me pasa con mucha gente.
De todas las personas con las que trabajo aprendo siempre algo. De todas. Por destacar a alguno quizá Pedro Casablanc, me parece un actor enorme y una persona sencilla y tremendamente humana. Me encanta cómo ve este mundo quitándole toda la parafernalia y llevándoselo a lo más mundano, a lo cotidiano. Tengo una amiga que siempre dice que no operamos a corazón abierto, y es cierto, tenemos una profesión preciosa, pero como cualquier otra, no somos más importantes que nadie, o por lo menos yo lo veo así.
Gracias por todo lo que has pasado para estar aquí. Seguimos nadando.
Nada. Nunca. Además no se puede ¿no? jejeje.
Que la única clave del éxito es trabajar, trabajar y trabajar. No hay otra.
Pues lo llevo bien porque no nos queda otra. Ahora toca esto, quedarse en casa e intentar aprender algo de esta experiencia. Lo bueno es que se ha aplazado y confío en que se pueda hacer más adelante. Pero sobre todo lo que más espero es que esto acabe pronto para que ese maldito bicho no se lleve más vidas por delante. Ya retomaremos nuestra cotidianidad cuando podamos y nos volveremos a levantar, pero lo primero es cuidarse y cuidar del otro. SOLIDARIDAD.
Entrevista a Noemí Ruiz: Marina Cortazar